El amor entre
nosotros fue como un duelo de crepúsculos,
una censura
de besos con candaditos sin llaves,
y un orgullo
no resuelto saltando en nuestros gestos inventados.
Fue una
batalla de versos con rima, sin rima y con resguardos,
Fue un amor
con disfraces de sotanas góticas,
con tus
huestes de inquisidores y una hoguera para mí
porque bruja
me llamaste y no te perdonaste mis hechizos.
Y rasgaste mi
piel en plena fuga, en pleno esplendor de muslos habladores.
Y yo, libre,
solamente anhelando una fruta madura
entre los
dientes blandos que no logró la mordedura.
Fue como un
diluvio de lágrimas pesadas como plomos sobre ceniceros
y una
servilleta de papel escrita en el bar a la vuelta de la luna.
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