Quinquela Martín

miércoles, 18 de junio de 2025

Un amor sin salida "por el bienestar de sus hijos" de Alejandro Nisim Joaquin

 

Una mañana Laura recibió una llamada de Daniel, lo escuchaba sintiendo una creciente inquietud en su interior. Él le contaba que hacía unos días había recibido una visita inesperada en su trabajo, un abogado de la familia de Claudia había ido a verlo mostrándole una serie de documentos y le dejó en claro que, si no se olvidaba del divorcio, ellos iban usar todo su poder para destruirlo. Él no le había dado importancia, por eso no le había dicho nada, pero el acoso había alcanzado su punto máximo. Utilizando todas sus conexiones y recursos lograron lo impensable, sus cuentas bancarias fueron congeladas, y lo más devastador, el Tribunal dictaminó que la custodia de Lucas y Sofía debía ser compartida, obligándolo a no abandonar la casa con Claudia para garantizar un entorno familiar para los niños.

Laura sorprendida le preguntó sí podían hacer eso, sí podían obligarlo a vivir con una mujer que había dejado de amar. Él le aseguró que no, pero que si no lo hacía  le daban la custodia definitiva de los chicos a Claudia y conociéndola, los iba a perder para siempre. Laura sintió como si el suelo se desmoronara bajo sus pies. No podía creer lo que estaba escuchando, estaban amenazándolo con quitarle todo si dejaba a Claudia. Daniel no paraba de hablar, le repetía que las conexiones y recursos de su familia eran inmensos y temía que pudieran llevar a cabo sus amenazas. Laura se quedó en silencio, procesando la magnitud de la situación, finalmente le pidió a Daniel que corte la llamada y vaya a su casa para hablar personalmente y pensar algo juntos.

Cuando Daniel llegó, ella tomó su mano y lo miró con determinación. Le dijo que no podían ceder ante las amenazas, no podían dejar que los controlen con miedo. Le suplicó que no se vaya, que no la abandone, le aseguró que, sí se olvidada de los sueños que tenían juntos, ellos habrían ganado, y los chicos y él vivirán bajo el control y manipulación de Claudia para siempre. Daniel la miró, no quería perderla, no quería que ellos ganen, pero tenía que pensar en el bienestar de Lucas y Sofía. No podía permitir que sufran más. Laura respiró hondo, tratando de mantener la calma, lo sabía, pero insistía en que juntos iban a encontrar una solución. Le repetía que no estaba solo, que lo amaba, finalmente le suplico que no la deje.

Daniel le hablaba con su voz quebrada por la emoción mientras la abrazaba, estaba destrozado, pero no podía soportar la idea de perder a Lucas y a Sofía. Tenía que seguir viviendo con Claudia, pero no quería perderla. Laura lo escuchó con sus ojos llenos de lágrimas, pero también de comprensión. Sabía que Daniel estaba tomando esta decisión por el bienestar de sus hijos, aunque le rompiera el corazón. No podía imaginar lo difícil que debía ser para él. No quería que siguiera viviendo con Claudia, pero entendía que estaba haciendo esto por sus hijos, Daniel no podía soportar la idea de perderla, sabía que era pedir demasiado, pero necesitaba seguir viéndola, aunque sea a escondidas.

Laura intentó calmar el ímpetu de sus emociones. Sabía que su amor por Daniel era profundo y verdadero y que quería estar con él a pesar de todo. Aceptaba la situación, si esto es lo que necesitaba Daniel para estar con sus hijos. Lo apoyó buscando una manera de mantenerse unidos, aunque sea complicado. Con el corazón lleno de dolor, pero también de esperanza, se despidieron esa noche prometiéndose amor y apoyo mutuo, sin importar las circunstancias.

A pesar de las dificultades, Laura y Daniel continuaron viéndose en secreto. Ella sentía que hacía todo el esfuerzo para llevar adelante la relación, dándole a Daniel la fuerza necesaria para soportar la situación en la que se encontraba.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Se ha habilitado la moderación de comentarios. El autor del blog debe aprobar todos los comentarios.