Un pájaro llega a la ventana. Es un error
considerarlos
solamente
pájaros,
muy a menudo son
mensajeros.
Por eso, una vez
se
precipitan sobre el alfeizar, se quedan
perfectamente
quietos, para burlarse
de
la paciencia, alzando la cabeza para cantar
pobrecita,
pobrecita,
un aviso
de
cuatro notas, para volar luego
del
alfeizar al olivar como una nube oscura.
¿Pero
quién enviaría a una criatura tan liviana
a
juzgar mi vida? Tengo ideas profundas
y
mi memoria es larga; ¿por qué iba a envidiar esa libertad
cuando
tengo humanidad? Aquellos
que
tienen el corazón más diminuto son dueños
de
la mayor libertad.
Louise Glück, poeta estadounidense. Premio Nobel de Literatura 2020.
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