Quinquela Martín

domingo, 22 de agosto de 2021

“Aprisionada por la espuma” de Eunice Odio

 

I

Aprisionada en cárceles de espuma, en la medida de tu cuerpo, no veo pasar la noche, sólo veo el día que entra por tus axilas transparentes y te desnuda.

Veo, amor mío, el lecho donde estamos y compartimos las dádivas, los cielos… Todo lo que nos negó y afirmó como lo que somos: mil años de alegría corporal y materia sin sombra y palabras que se dicen diurnamente porque vienen del aire y hay que oírlas y decirlas a través de los árboles y en lo que no se escribe porque aún no se inventa su nombre; porque su júbilo todavía no ha sido descubierto y las flores de su alrededor aún no son cosas del viento (aún no han ido a un invierno ni regresado a la primavera).

II

Voy a tu cuerpo igual que ir a los ríos, igual que van los ríos a los pájaros y ellos al espacio desatado y florido.

Vengo de ti a la era donde todo es de todos: los que llegan, los que se han ido, los que aún no han venido, los que no volverán…

Porque eso es tu cuerpo: un adentro, un afuera compartido por mí y por el viento, por el mar y los seres que lo guardan; por el color y las embestidas del otoño, y las andanzas del verano ¡que viste cosas silvestres y es custodio de las abejas y funde las hierbas en un crisol matutino, en una prolongación de azucenas.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Se ha habilitado la moderación de comentarios. El autor del blog debe aprobar todos los comentarios.