Quinquela Martín

miércoles, 1 de septiembre de 2021

“Los Cuentos” de Paulo Coelho

 

En el monasterio de Esceta, el abad Lucas reunió a los frailes para el sermón.

-Que nunca seáis recordados – les dijo.

-Pero ¿cómo? –respondió uno de los hermanos – ¿es que acaso nuestro ejemplo

no puede ayudar a quien lo necesita?

- En los tiempos en que todo el mundo era justo, nadie concedía importancia a las

personas ejemplares – respondió el abad – Todos daban lo mejor de sí mismos,

sin pretender, con eso, cumplir su deber con el hermano. Amaban a su prójimo

porque entendían que esto era parte de la vida, y no estaban haciendo nada

especial al respetar una ley de la naturaleza. Dividían sus bienes para no tener

que estar acumulando más de lo que podían cargar, ya que los viajes duraban la

vida entera. Vivían juntos en libertad, dando y recibiendo, sin nada que cobrar o

culpar a los otros. Por eso sus hechos nunca fueron relatados, y ellos no dejaron

ninguna historia.

Ojalá pudiéramos conseguir lo mismo en el presente: hacer del bien algo tan

común que no haya necesidad de exaltar a quienes lo practican.

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