Ni escribir de amor a ojos que no sean verdes.
Miro esa fotografía, difunto recuerdo en blanco
y negro de aquella boda que nunca tendremos.
Sobre su pómulo derecho aparto las sombras,
se resisten y no lo consigo
porque el misterio siempre purifica,
y ahorra tantas excusas
que de las miserias nos salva.
No puedo cantar a otro, amor,
en el fondo estoy pegada a ti en el reverso
como la palabra Kodak o Polaroid,
unida a tu historia como el antiguo
daguerrotipo,
entre fotógrafos como Frank Cappa, Hiñe,
Chambí, Doisneau o mi amigo Pepe Torres.
Siempre en el negativo,
aún por revelar y esperándote
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