No olvidaré tu rostro, nunca ni el mundo
inconsistente.
Los habitantes mezquinos; y tú pálido, y
eso es todo.
Como
hoy, así silbaban aquellos viejos usureros,
pero tu
viste dos veces la Tierra,
el
sitio donde amarnos exactos,
concluidos
como una mano abierta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Se ha habilitado la moderación de comentarios. El autor del blog debe aprobar todos los comentarios.