Quinquela Martín

sábado, 20 de junio de 2020

"El cuerpo desnudo de la tierra" de Filoteo Samaniego

¿Dónde encontrar al testigo, al hombre despierto que vive su tiempo con un gozo sustancial y claro; al que toca las aguas y ve; al que planta el árbol y ve; al que ciñe un cuerpo de amor y ve el amor; al que traspasa con sus ojos la distancia y la duda?
¿Dónde reside el ángel, y dónde sus mañanas?
Ángel sometido en pleno vigor de vuelo y de horizonte,
llevas, contigo, lejana sombra en los ojos… tú, que crees que el hombre es triste o que ha perdido la voz; tú, que callas ante el eco y el alarido, ven y escucha este ardiente testimonio:
Cada mar tiene un sentido, un ritmo, una distancia;
cada mar guarda sus albas, su brisa y sus navíos.
Pero a este mar nuestro,
esencia misma del mar, le brotaron, de sus entrañas abisales, magmas de lava gris, llagas de azufre y costras pavorosas; mar con alma, gestor de tierras islas, de seres tierra, de rocas incesantes, de cuerpos sin memoria dormidos a la sombra de los farallones:
He aquí el resumen del paisaje,
 la forma del mundo subsistente arraigada al tiempo, contacto primigenio de especies, residuo de los siglos en la gran confusión.
Filoteo Samaniego (1928 - 2013), poeta ecuatoriano.

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